– Pon sobre la mesa algunos de tus libros favoritos, un sencillo florero de cristal y una bandeja.
– Contrasta el material de la mesa con el de los complementos; con objetos de acero, cristal o cerámica enriquecerás el ambiente con diferentes matices. El resultado: una composición muy cosmopolita.
– Para modelos de líneas depuradas, lo más adecuado es seleccionar pocos detalles y de un solo color. Sobre una superficie oscura, el blanco aporta un toque elegante. Puedes jugar con los tamaños; coloca una bandeja o un cuenco grande y, a su lado, otros objetos de menor tamaño.
– Conseguirás crear una atmósfera más equilibrada si combinas los colores de los complementos que coloques en la mesa de centro con los tonos predominantes en el salón. Pon flores en jarrones altos y elige diferentes modelos de velas de colores; además de ser muy decorativas, encendidas, crearán un ambiente muy agradable.
– Siempre que puedas, pon flores frescas sobre la mesa; son únicas para dar un toque de estilo a cualquier estancia.
– Para proteger el sobre de la mesa o, simplemente, para decorarlo, una buena opción es poner sobre ella varias bandejas iguales decoradas con menaje, cajas y/o plantas.
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