La educación del cachorro Pastor Alemán
Cuando el cachorro Pastor Alemán empieza a adquirir una cierta confianza con el nuevo ambiente, hay que empezar con su educación, enseñándole aquellas pequeñas reglas de convivencia destinadas a transformarlo en un miembro de la familia educado y respetuoso.
El primer problema importante que se tiene que afrontar es su concepción de higiene personal, seguramente demostrara una clara tendencia de usar las alfombras de la casa como «servicios» donde depositar, meticulosamente sus necesidades. La superación de este problema no es algo, al fin y al cabo, tan complicado y por lo general, una pequeña llamada de atención es mas que suficiente para enseñar al pequeño cachorro Pastor Alemán unas adecuadas reglas de comportamiento.
Un método muy sencillo de educación del perro cachorro Pastor Alemán, que obtiene buenos resultados, consiste en aislar al cachorro en el momento de la digestión en un lugar bastante restringido cubierto de periódicos. Sobre estos depositara sus necesidades y poco a poco empezara a relacionar el imagen del papel impreso con la emisión de sus excrementos.
Lo que permitirá a su amo a reducir cada vez mas la zona de incursiones retirando simplemente algunas hojas. Este fácil sistema de educación no siempre resulta suficientemente eficaz, y a veces puede ser indispensable algún pequeño castigo para obtener el resultado esperado.
Hay que tener presente, que casi todos los perros tienen una tendencia a ensuciar el suelo lejos de donde duerme y, así, un uso cuidadoso de puertas y mamparas suele ser bastante eficaz en estas delicadas operaciones educativas.
Un secundo problema, de solución bastante mas difícil, concierne a la limitación de las zonas de influencia del nuevo cachorro Pastor Alemán, ya que este tendera seguramente a utilizar todos los espacios de la casa para su proprio uso y consumo, sin ningún respeto hacia muebles y butacas.
Lamentablemente, la educación del cachorro Pastor Aleman para un uso correcto del espacio domestico solo puede realizarse mediante algún pequeño castigo físico, pero hay que saber expresar una cierta sensibilidad, ya que es muy fácil herir el fiero orgullo del Pastor Alemán.
El perro suele ver en el uso del territorio domestico símbolos de jerarquía del grupo, por lo que llega a abusar del mismo al intentar adquirir el mismo estatus social que el resto de los miembros de la familia.
De ello se desprende que las posibles acciones de castigo deben realizarse sobre una base de relaciones en donde haya compresión hacia comportamientos que, en el fondo, tienden también a expresar una cierta búsqueda de cariño.
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