La alimentación del cachorro
La primera forma de interacción instintiva entre el cachorro y el medio que lo rodea es la búsqueda de alimento. Momentos después de nacer, el llamado esquema fijo de acción empuja al cachorro a ir al pezón de su madre, que para el es la fuente de alimento esencial durante un periodo de tiempo relativamente largo (unos 20 días), al final del cual empieza el destete. En estado salvaje, cuando llega este momento, la madre ofrece a sus cachorros comida a medio digerir, que regurgita del estomago.
En el caso de los cachorros domésticos, el paso de la leche materna a la comida solida debe ser muy gradual. La leche se completa con pequeñas cantidades de carne picada muy fina y yema de huevo, al principio, las raciones deben ser muy pequeñas y no se dan a los cachorros cantidades normales hasta pasados los 30 días de vida.
Posteriormente, este tipo de comida se enriquece con arroz, pasta o copos de cereales. A los 40 días. las raciones, que ya contienen una parte considerable de hidratos de carbono, han de ser bastante frecuentes (3 al día) y no se puede pasar a los dos tomas diarias hasta los 2 meses. Esta pauta se mantiene hasta los 8 meses.
Durante este periodo, las necesidades proteínicas de La alimentación del cachorro son muy altas y debe prestar atención no solo a las cantidades, que no deben ser excesivas, si no también de calidad.
La mayoría de los criadores de perros sostienen que se obtienen resultados fiables en lo que conciernen a la alimentación de los cachorros con esquemas alimentarios que, hasta los 5 mese, contengan una amplia gama de alimentos proteínicos frescos, de alto valor nutricional, digestibles y que apetezcan al cachorro.
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