El natural es tendencia desde hace varios años en la decoración de interiores. Los colores neutros crean una atmósfera relajante y acogedora. Las materias primas dan prestigio y autenticidad a la decoración. Todo lo encontramos a través del ambiente bohemio y si mezclamos estampados y colores más sostenidos, podemos obtener el ambiente étnico. Si decidimos añadir frescura con tonos pastel y estampados de flores, conseguimos una decoración destartalada.
¿Cómo lograr una decoración shabby?
En inglés, shabby significa “gastado”. Sin embargo, este estilo no tiene nada de «ruinoso» o anticuado. Esta decoración vintage toma piezas rústicas que se ven a menudo en casas de campo combinadas con colores pastel. Esta mezcla de géneros crea una atmósfera romántica llena de encanto.
Para un interior shabby chic, los muebles de madera son esenciales. De hecho, este estilo se caracteriza por muebles antiguos tipo armarios. Para un look aún más auténtico, opta por modelos patinados con efecto desgastado. Esta impresión de edad es muy buscada, así como las imperfecciones, la pintura desconchada… Estos pequeños elementos marcarán el carácter y la historia del mueble. El brillo también es muy importante por lo que nos olvidamos de la madera oscura y optamos por la madera blanqueada. Los colores claros y vivos ocupan un lugar privilegiado al igual que la suavidad y naturalidad del estilo bohemio-chic.
Puedes crear este efecto tú mismo en tus muebles o, para algo más auténtico, busca en los mercados de pulgas muebles viejos para renovar.
Los colores juegan un papel importante en la decoración en mal estado.
El blanco es sin duda el color que encontrarás por toda la casa. En las paredes o en el suelo de parquet, aportará luminosidad y creará un ambiente relajante en tu estancia. Además, funcionará tanto en total look como mezclado con tonos suaves, vitaminados o pasteles.
Apuesta por paredes color marfil o crema y muebles encalados. A esto súmale una vajilla pastel en tu cocina, cojines rosas o lilas en tu salón y un plaid verde menta en tu sofá. Tu salón será cálido y acogedor. Los colores pastel, claros y empolvados aportarán un contraste lleno de delicadeza. Puedes optar por ropa de cama celeste en tu dormitorio y como complemento, una jaula de pájaros antigua y velas para el lado romántico. Al elegir un juego de cama de lino, reforzarás el aspecto natural y auténtico del estilo shabby.
Usa estos colores con moderación, sin mezclar demasiado los tonos, de lo contrario tu decoración se convertirá en un arcoíris.
Para dar vida a su interior, su decoración en mal estado debe tener patrones.
En primer lugar, está el imprescindible estampado floral. Ya sea en un ramo en un bonito jarrón o en estampados en telas como cojines o fundas nórdicas, las flores se invitan en todas sus formas a la tendencia shabby. También puede encontrar motivos campestres en el papel pintado. Tendencia desde hace varios años, permite dar carácter a su habitación mientras la personaliza a su imagen.
Luego están las rayas, pero no cualquier rayas: rayas anchas en colores pastel como el rosa y el blanco o el gris claro y el blanco. Recordarán el ambiente de casa de campo.
Para concluir, adoptando una decoración shabby, le darás a tu hogar un aire de casa de campo familiar o casa de campo británica. Se necesita mucha luz para infundir esta atmósfera en su hogar. Además, encontrarás una acumulación de varios y variados objetos, antiguos y modernos, materias primas con experiencia, algunos estampados y colores suaves y delicados. Para una decoración aún más auténtica, busca en los mercados de pulgas para encontrar pepitas incomparables.
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