Pintar es la forma más rápida y efectiva de agregar personalidad a su hogar. Y algo tan simple como pintar una puerta interior puede transformar tu decoración. Todo en unas pocas horas, secado incluido, y por un presupuesto modesto. Te damos ideas y consejos para que empieces.
Sumario
¿Cómo pintar una puerta de interior?
Con o sin paneles, la puerta interior es un elemento fácil de pintar. Le aconsejamos que lo haga en plano, colocando la puerta sobre caballetes. Comience por quitar las manijas y las cerraduras y limpiarlas. Luego, si su puerta ya está pintada, límpiela con un paño suave y luego límpiela con detergente Saint-Marc para eliminar la suciedad. En el caso de una puerta barnizada, líjela y luego espolvoréela con un paño ligeramente húmedo. Una vez que la superficie esté limpia y seca, aplique una primera mano de pintura comenzando por los paneles y molduras si la puerta los tiene. Dejar secar el tiempo indicado en el bote de pintura y luego aplicar una segunda mano. Una vez que la puerta esté completamente seca, vuelva a montar las manijas y las cerraduras. Aprovecha el intervalo entre los dos secados para pintar el marco de la puerta, previamente limpiado y desempolvado, cuyo contorno habrás protegido con cinta de carrocero.
¿Qué pintura para una puerta de interior?
Para darle una nueva juventud a tu puerta, debes elegir una pintura especial para madera, resistente a las manchas y golpes y, sobre todo, lavable. ¿Y qué pinceles usar? Para pintar molduras, necesitas un pincel plano. Y para las partes planas, utiliza un rodillo de tamaño mediano para evitar marcas.
Combina puertas y ventanas
Pintar puertas y ventanas del mismo color aporta mucho estilo a una estancia blanca. En un apartamento de estilo Haussmann, esto destaca las molduras que embellecen estas aberturas.
Ir más allá del marco
Para modernizar un interior, no dudes en desbordar el color de la puerta en la pared. Cree un marco de pintura simétrico o desplazado para acentuar el efecto sólido y agrandar visualmente la abertura.
Apuesta por el efecto bicolor
¿Tus paredes ya están coloreadas? Esto no impide que pintes tus puertas, todo lo contrario. La idea es crear un sutil contraste entre las superficies. Si tus paredes son oscuras, elige un color oscuro al color de la misma familia para pintar la puerta. Si tus paredes están vestidas con un color suave, pinta la puerta de un tono pastel.
Crear una puerta y un techo monocromáticos.
¿Te intimidan las paredes de colores y prefieres quedarte con el blanco? Colorea tu techo con un color neutro y pálido, como gris perla o blanco roto, y crea un monocromo pintando tus puertas del mismo tono pero uno o dos tonos más intensos. El resultado, tan discreto como chic, dará mucho carácter a tu estancia.
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