Los radiadores eléctricos ahora equipan casi el 35% de los hogares en Francia, y hay una razón para esto. Si sigues leyendo este artículo, entenderás por qué cada vez más estos radiadores llegan a equipar nuestros hogares.
Sumario
¿Por qué usar un calentador eléctrico?
En primer lugar, la instalación de un termo eléctrico es relativamente fácil, ya que solo hay que comprar el equipo, instalarlo y conectarlo a la red eléctrica.
Este proceso es mucho más sencillo y rápido que instalar o conectar una caldera de gas. Además, estos requieren muy poco mantenimiento: lo único que tienes que hacer es limpiar el polvo acumulado.
A diferencia de otros tipos de calentadores, los calentadores eléctricos no están sujetos a la obligación de un mantenimiento anual a realizar por un profesional.
Ventajas del calentador eléctrico.
Entre las muchas ventajas de los calentadores eléctricos, destacamos que estos últimos proporcionan un calor saludable y confortable, ya que no utilizan ningún tipo de combustión.
La calefacción producida por un radiador eléctrico garantiza, por lo tanto, el mantenimiento de un aire saludable en su hogar, siempre que elija el modelo adecuado.
Además, los nuevos radiadores eléctricos son todos muy eficientes y permiten aumentar rápidamente la temperatura de una habitación. Los radiadores de inercia o de calor suave son especialmente efectivos cuando se trata de distribuir el calor de manera uniforme.
Un radiador eléctrico también ofrece la ventaja de reducir su consumo de energía.. Además, instalar este calentador cuesta aproximadamente la mitad que instalar una caldera de gas.
Los diferentes tipos de calentadores eléctricos.
– Radiador eléctrico convector: Este calefactor eléctrico es el más extendido, se calienta por convección. Esto significa que el aire ambiente entra por la parte inferior del radiador para luego calentarse al contacto con la resistencia eléctrica, y finalmente salir por la parte superior del radiador, difundiendo así el aire caliente.
– Calefactor radiante o radiante: el calentador radiante se basa en el principio de radiación y también de convección.
Transmite calor dentro de una habitación a través de una placa calentada gracias a resistencias eléctricas.
– Radiador de inercia: Este tipo de radiador funciona mediante la acumulación y radiación de calor.. La corriente pasa a través de una resistencia, que produce calor. Este último se almacenará parcialmente en el núcleo calefactor del dispositivo (líquido o sólido). Luego, el calor se libera gradualmente dentro de la habitación.
– Calentador de almacenamiento: El calentador de almacenamiento se considera el «ancestro» del calentador de inercia. Funciona almacenando el calor, en horas valle, en un material refractario, para luego redistribuirlo en la estancia.
– Calentador de ventilador (calefactor eléctrico auxiliar o de baño): Este tipo de radiador utiliza convección forzada. Difunde el calor en la habitación a través de un ventilador integrado.
Las diferentes opciones para un calentador eléctrico
Para poder aprovechar un mayor rendimiento, el calentador eléctrico se puede combinar con varios accesorios.
– Termostatos electrónicos
Los termostatos se utilizan para controlar la temperatura en cada habitación de una casa.. Gracias a su precisión y programación, es posible no soportar un consumo excesivo de energía.
Sobre todo, asegúrese de elegir el tipo de termostato que instalará. En realidad, hay tres tipos de este dispositivo en el mercado. El termostato electrónico mantiene la temperatura a 0,5°C. La versión digital la mantiene a 0,1°C mientras que un modelo mecánico muestra un margen de error de 2°C.
– Programación
La mayoría de los radiadores se pueden programar para gestionar eficientemente su funcionamiento. Con un panel de control, los modelos más sofisticados tienen la ventaja de poder programarse de forma remota. El panel de control se coloca normalmente en la entrada de la vivienda.
– Las opciones de un radiador conectado
Los radiadores conectados suelen elegirse para viviendas que disponen de un sistema domótico. Como todos los dispositivos conectados, los radiadores se pueden encender y apagar de forma remota. También es posible ajustar el nivel de la temperatura, lo que permite controlar el consumo. Gracias a la conexión, el funcionamiento del radiador puede seguir una rutina. Todo lo que tiene que hacer es indicar la hora de despertarse y la hora de volver a casa por la noche.
– Detectores de presencia
Equipado con un detector de presencia, el radiador puede bajar la temperatura tan pronto como la habitación esté vacía. Una vez ocupada la habitación, la temperatura aumentará automáticamente.
Es por tanto un equipo imprescindible en el contexto de una transición energética porque reduce considerablemente el consumo energético.
– detectores de ventanas abiertas
El sistema consiste en cortar la calefacción en cuanto se abren las ventanas para no provocar una pérdida de energía.
Sin embargo, la fiabilidad de esta opción no siempre está ahí. Hay modelos que reaccionan tarde o tardan un poco más en detectar la bajada de temperatura.
Normalmente, cuando la ventana está cerrada, el calentador debería reiniciarse automáticamente. Todavía se recomienda estar atento para no causar un gran desperdicio.
La elección de un modelo de radiador eléctrico con sello de calidad
Para estar seguro del rendimiento de un calentador eléctrico, es posible elegir modelos con etiqueta de calidad.
La calidad de estos dispositivos se mide utilizando el estándar de rendimiento de NF Electricity. Los calentadores que reciben 1 estrella se enumeran en el rendimiento promedio. Con 2 estrellas, el calentador proporciona calor estable. También son muy económicos.
Los radiadores con 3 estrellas son los modelos más recomendados. Además del calor estable y los ahorros de energía logrados, están equipados con varias opciones extremadamente rentables.
Tomemos por ejemplo el detector de presencia o ventana abierta. Estas opciones dan la posibilidad de controlar el consumo y optimizar el rendimiento del radiador.
También existe la etiqueta de Promotelec que certifica la calidad de la instalación de calefacción eléctrica en su conjunto. Esta etiqueta también permite controlar el correcto dimensionamiento del dispositivo así como el mecanismo accionado por el termostato.
Por último, la certificación europea Eu.BAC se otorga a los modelos de radiadores eléctricos según su eficiencia energética. Tenga en cuenta que Eu.BAC significa Automatización y controles de edificios europeos, que se traduce como Asociación europea para la automatización del hogar y el control de edificios.
Esta etiqueta se creó para que los edificios de nueva construcción puedan cumplir con los requisitos de eficiencia energética. Luego, estos dispositivos se clasificarán de AA a E, desde el más económico hasta el que consume más energía.
Con estas certificaciones, el calentador eléctrico será irreprochable como un sistema de calefacción económico y de calidad.
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